Sean Mc Cormack, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, afirmó hoy que las últimas acciones de Evo Morales y Hugo Chávez (expulsar a los respectivos embajadores de Bush en Bolivia y Venezuela) se deben a "la debilidad y desesperación de esos líderes mientras enfrentan desafíos internos".
Hugo Chávez es presidente del país hasta 2012, el único "desafío" que "enfrenta" su gobierno son las elecciones regionales de noviembre, que todo el mundo sabe -la oposición venezolana más que nadie- que va a ganar el PSUV (la única incógnita es la magnitud de esa victoria).
Evo Morales acaba de superar un referendo revocatorio con casi el 70% de los votos a su favor. Aunque en algunas regiones del país -donde están sus opositores, no donde están sus seguidores- la situación es muy delicada, hasta dramática, lo cierto es que el tiempo corre a favor de su gobierno, porque los Prefectos de la Media Luna no pueden quemar nada que no sea sus propias regiones. Algo que poco a poco se va volviendo en su contra.
Entonces, ¿de qué "debilidad y desesperación" habla Mc Cormack? Tanto Chávez como Morales gozan de gran popularidad en sus países y, salvo golpe de Estado o intervención extranjera, seguirán gobernando más allá del 2009.
Algo que no puede decir la administración Bush, cuyos días están contados: 4 de noviembre de 2008.
Y es precisamente la debilidad y desesperación, por no decir los estertores y la locura, lo que está moviendo al peor gobierno que ha tenido Estados Unidos desde su fundación en 1776, a irse de la Casa Blanca desestabilizando y haciendo el máximo daño posible a los procesos de cambio en América Latina, para debilitarlos o destruirlos.
Lo que no saben es que con su actitud de mafioso arrogante, que cree que sigue siendo el dueño de este continente, lo único que conseguirá es afianzarlos.
viernes, septiembre 12, 2008
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