martes, febrero 24, 2009

Análisis municipal del Referendo de Enmienda constitucional del 15 de Febrero

Un primer vistazo a los resultados del Referendo de Enmienda constitucional del pasado 15 de Febrero, a nivel municipal, nos llevaba a las siguientes conclusiones:

De 335 municipios que tiene Venezuela, en 281 se impuso el Sí, mientras que el No se alzó con la victoria en 54. Dicho de otro modo, en el 83,88% de los municipios venezolanos se apostó a la postulación continua para cargos públicos, entre ellos el de Presidente de la República.

En modo visual:


Más allá de esta primera aproximación, que complementa al análisis estadal, podemos extraer conclusiones mucho más interesantes analizando la holgura de cada resultado municipal. Es decir, más allá de si se ganó o se perdió, fijarse en el margen de esa victoria o derrota.

Por ejemplo, podemos ver en qué municipios los resultados fueron relativamente ajustados (entre 50 y 60% para la opción ganadora) y observaremos un cierto equilibrio entre municipios donde la mayoría se inclinó por el Sí y municipios donde se impuso el No, siempre por ese margen de 50-60%:


90 municipios que dijeron Sí lo hicieron dentro de este margen, por 41 que se inclinaron por el No. Comparado con los 281 contra 54 a nivel nacional, en este margen la relación es más equilibrada. Veremos que este cuasi-equlibrio no se repetirá para márgenes mayores.

Llama la atención cómo cinco Estados cuyos Municipios votaron íntegramente por el Sí no aparecen en este gráfico: es decir, todos los municipios de Sucre, Cojedes, Portuguesa, Apure y Amazonas votaron Sí con al menos un 60% de los sufragios.

A partir del 60% es donde se ven resultados menos 'equilibrados' que en el mapa anterior:


Sólo siete municipios votaron por el No alcanzando entre 60 y 70% de los votos, ¡contra 97 que lo hicieron por el Sí dentro de ese mismo margen!

Se obtienen números similares para márgenes todavía más holgados, entre 70 y 80%:


En este margen, se impuso el No en apenas dos municipios, ¡mientras que el Sí lo hizo en 72!

Finalmente, en el margen de más de 80%, el resultado es de 22 municipios que apoyaron al Sí por encima de ese porcentaje, contra 4 que lo hicieron por el No:


Para los coleccionistas de curiosidades, anoten que el Municipio más rojo rojito de Venezuela ha sido, en este Referendo, Antonio Díaz en Delta Amacuro (97,67% de votos por el Sí) y que por contra el más opositor resultó El Hatillo en Miranda (83,14% por el No).

Como hemos visto en estos mapas, la aplastante mayoría de victorias holgadas fueron para el Sí, mientras que el No obtuvo sobre todo victorias más modestas. Es decir, de 281 municipios donde se impuso el Sí, en 191 lo hizo de manera incontestable, con más del 60% de los votos. Mientras tanto, de 54 municipios donde triunfó el No, sólo 13 de ellos lo hicieron con un margen superior a ese mismo 60%.

Dicho de otro modo, en el 68% de los municipios donde se impuso el Sí, lo hizo de manera contundente (más del 60% de sufragios a su favor), mientras que el No apenas alcanzó esos márgenes en el 24% de los municipios donde se alzó con la victoria.

De 335 municipios que hay en Venezuela, el 57% votó por el Sí de manera clara, mientras que apenas el 4% de los municipios del país se expresó contundentemente por el No. El resto -39%- se pronunció por una u otra opción de manera más tímida.

¿Cómo, con estos resultados tan geográficamente holgados, el resultado final en votos fue mucho más ajustado, en números redondos 55% del Sí contra 45% del No?

Si nos fijamos, por ejemplo, en los extremos, veremos que Antonio Díaz (Delta Amacuro), con su 97% por el Sí aportó 15 mil 992 votos, mientras que El Hatillo (Miranda), con su 83% por el No aportó 28 mil 657 votos por esa causa, prácticamente el doble. Esta relación se ve en otros lugares.

Por ejemplo, apenas cuatro municipios superaron el 80% de votos por el No, pero estos fueron Chacao, Baruta, El Hatillo (Miranda) y Diego Bautista Urbaneja (Anzoátegui). Entre los cuatro suman 218 mil 391 votos.

Los 22 municipios que apoyaron al Sí con más de 80% de votos suman, en conjunto, 136 mil 776 votos. Es decir, los 4 municipios que apoyaron aplastantemente al No superan por 90 mil votos a los 22 municipios que apoyaron aplastantemente al Sí. He ahí la clave: la población numéricamente hablando.

Los bastiones opositores son zonas urbanas densamente pobladas, mientras que los bastiones revolucionarios son zonas rurales comparativamente poco pobladas. La oposición gana en pocos lugares, pero lugares claves numéricamente hablando: la Caracas metropolitana, Valencia y su cinturón urbano, Maracaibo y la mayoría de sus vecinos en la otra orilla del lago que lleva su nombre, las capitales de Táchira, Mérida y Nueva Esparta, etc. Pocas veces se imponen de manera aplastante, pero esa diferencia basta para maquillar resultados en el cómputo final, por tratarse de centros muy poblados.

Un municipio que apoya por más del 60% a los procesos de cambio es, evidentemente, porque se ha sentido beneficiado por la Revolución. A diez años de gobierno no pueden ser "esperanza", "enamoramiento" ó "carisma presidencial" las variables de ese entusiasismo electoral. Tampoco dádivas ni regalos, como afirman muchos voceros de la oposición, calificando de esta manera como mendigos y flojos a millones de venezolanos.

Ahora, la pregunta es: parece obvio que los municipios que apoyaron aplastantemente el No se han sentido perjudicados o amenazados por la Revolución bolivariana, pero... ¿realmente es así? ¿Uno da una vuelta por Chacao, Baruta o Lecherías (Diego Bautista Urbaneja) y percibe a una población depauperada, humillada y perseguida? Difícil creerlo.

La estrategia opositora es clara: ¿cuándo han visto a un militante de UNT o Primero Justicia paseándose por Amazonas, Delta Amacuro o Apure? Ellos centran todos sus esfuerzos en un segmento poblacional que les pueda dar gran cantidad de votos. El resto del país no es su problema, porque votan pero no aportan tantos votos como los otros. Así de simple. Y así de clasista.

¿Cuál debe ser la estrategia revolucionaria para contrarestar este relativo acercamiento electoral opositor, que no por basarse en una táctica que margina y desprecia es menos efectiva en lo que a votos se refiere?

Fundamentalmente se me ocurren tres:

a) Afianzar lo conseguido en los bastiones del interior venezolano, depurando errores y reforzando aciertos en zonas donde el apoyo es masivo. La lucha campesina es uno de los principales motores de este proceso, es intolerable que 213 luchadores contra el latifundio hayan sido asesinados en estos diez años...

b) Corregir con extrema urgencia los errores en zonas urbanas -fundamentalmente inseguridad, vivienda, transporte y limpieza- para impedir que la ultraderecha siga ganando espacios en barrios y zonas populares. Los sectores reaccionarios han sacado ventaja electoral de estos problemas sin ningún tipo de escrúpulos.

c) Evitar que sectores de oposición se sientan agredidos por el lenguaje revolucionario. No la mayoría, pero un buen número de opositores no se activarían contra el proceso de cambios de no sentirse agredidos o amenazados mediante una hábil victimización mediática a la que a menudo contribuimos los que apoyamos la Revolución. Lo advirtió Fidel Castro en 2004: no hay cuatro millones de oligarcas en Venezuela. Menos va a haber cinco.

¡Ojo! No se trata de hacer electoralismo para ganar elecciones. Esta Revolución se legitima en las urnas, pero se consolida en el trabajo diario de todas y todos. Nuestra fuerza no está en el número de votos, está en la profundización de los cambios iniciados en 1999.

Estamos ante una encrucijada: o profundizamos los logros y enmendamos los errores, o retrocederemos.

Adelante es para allá. Y para allá vamos.

viernes, febrero 20, 2009

Evo Morales y George Bush sobre el lago Titicaca

Vía paterna me llega esta anécdota que cita el periodista argentino Hugo Presman, un cuento que es perfecto ejemplo de hasta dónde pueden llegar los medios de comunicación a la hora de desprestigiar los procesos de cambio que llevan adelante numerosos países latinoamericanos:

“George Bush, siendo todavía presidente de los EE.UU., preocupado por el curso radicalizado de los acontecimientos en la Bolivia presidida por Evo Morales, le solicita una entrevista secreta. Convienen en realizarla en un bote en el Lago Titicaca. Sin embargo, la noticia trasciende al punto que más de trescientos periodistas contemplan desde la orilla el histórico encuentro. De pronto, a George Bush, por un fuerte viento, se le vuela su sombrero texano. Evo lo tranquiliza diciéndole que él se encargará de recuperarlo. Sale del bote y camina sobre las aguas. Ante la mirada estupefacta del presidente norteamericano y los periodistas, Evo recoge el sombrero y vuelve caminando sobre el lago, asciende al bote y se lo entrega a Bush, quien se lo coloca en su cabeza.

Los diarios del mundo entero, al día siguiente, titulan en letras catástrofes: 'EVO NO SABE NADAR'”.

miércoles, febrero 18, 2009

Referendo de Enmienda Constitucional 2009: resultados por Municipios

A continuación el mapa que he elaborado con los datos que extraje del Centro Nacional Electoral (con el 98,81% de las actas escrutadas), en lo que se refiere al referendo de Enmienda constitucional celebrado el pasado domingo 15 de febrero.



De 335 municipios que tiene Venezuela, el SÍ se impuso en 281, mientras que el NO lo hizo en 54. Es decir, el 83,88% de los municipios venezolanos dijeron Sí a la Enmienda.

No voy a comentar en profundidad este mapa por dos motivos:

Uno, porque creo que el mapa habla por sí sólo y las interpretaciones son a gusto del consumidor.

Dos, porque estoy preparando unos mapas con datos mucho más interesantes, que ofrecen una información mucho más rica y detallada, que publicaré y comentaré en una nueva entrada en los próximos días.

lunes, febrero 16, 2009

Enmienda 2009: primeras impresiones

Si echamos un vistazo a los resultados del segundo boletín emitido hoy por el Centro Nacional Electoral (CNE) y los graficamos por magnitud porcentual, obtenemos un mapa como el que sigue para el referendo de Enmienda constitucional:


A simple vista, vemos que de los 23 Estados del país, el Sí se impuso en 18 y el No en 5. En el Distrito capital -formado por cinco municipios- se impuso el No, mientras que en el Municipio Libertador (la "Caracas histórica", por decirlo de algún modo) el Sí.

Más interesante resulta analizarlo por magnitud. En 4 de los 5 estados donde se impuso el No, lo hizo pírricamente (50-55%) y sólo en Táchira lo hizo de manera holgada (alrededor de 57%).

Es más, en Nueva Esparta y Mérida, aunque se impuso el No, lo hizo de manera tan estrecha que puede hablarse de empate técnico (1,4% y 1,2% de diferencia respectivamente).

Por contra, del lado del Sí, en los 18 Estados donde se impuso, la victoria fue como mínimo holgada en todos excepto en Anzoátegui: en 7 Estados el Sí se impuso por goleada (más de 65%), en 5 por lejos (60-65%) y en 5 holgadamente (55-60%).

Recordemos que a nivel nacional el resultado fue de 6.310.482 votos por el Sí contra 5.193.839 del No, una diferencia de más de un millón de votos y de casi diez puntos (54,85% frente a 45,14%). Estos son datos con el 98,81% de los votos escrutados.

Por otro lado, es importante hacer notar que gran parte del peso de la campaña opositora se basó en que supuestamente este 15 de febrero se volvía a preguntar lo que había sido rechazado en las urnas el 2 de Diciembre de 2007. Algo falso de toda falsedad, pero que como acostumbra la oposición se convirtió en el centro de su campaña, resumida en un lacónico "No es No", repetido con el mismo ritmo, cadencia y sobre todo capacidad reflexiva que el Hare Krishna.

Y digo que es importante porque de haber sido cierto que se evaluaba lo mismo, la oposición deberá explicar por qué los resultados de hoy son tan distintos a los de entonces. De hecho, el mapa de entonces y el de hoy muestran una diferencia bien notoria, igual que el resultado global (derrota pírrica bolivariana en 2007, amplia victoria en 2009).

Una de dos: o la pregunta no es la misma (como admite toda persona razonable, menos la prensa y partidos opositores y sus aliados mediáticos internacionales), es decir que toda la campaña opositora se basó concientemente en una mentira, o bien el país se ha vuelto infinitamente más rojo rojito de lo que era en 2007. Que cada cual elija la que prefiere.

Los revolucionarios nos tenemos que preguntar, por nuestra parte, muchas cosas -no tantas como ellos, pero casi- como por ejemplo por qué hemos perdido fuerza electoral respecto a 2006, o por qué no obtuvimos tantos votos en las regionales de noviembre como ayer.

En el fondo, conocemos perfectamente la respuesta a esas interrogantes. Por eso, lo que tenemos que hacer es reflexionar, revisar y rectificar nuevamente, para no tener que volver a hacérnoslas más nunca.

martes, febrero 10, 2009

Elecciones en Israel: la Ultraderecha se impone por estrecho margen a la Ultraderecha, pero tendrá que pactar con la Ultraderecha para gobernar

En mi opinión eso es poco menos lo que dicen los resultados de las elecciones parlamentarias israelíes del 10 de Febrero (por cierto, 30 aniversario de la Revolución Islámica iraní).

Kadima, el partido que orquestó los recientes bombardeos sobre Gaza, se impuso por breve margen al Likud, el partido que lo observó con envidia, porque los primeros asesinaban mujeres y niños indiscriminadamente, mientras que ellos no podían por no ser parte del gobierno.

No obstante, el resultado es insuficiente para que Kadima tenga garantizada la mayoría para gobernar, que se sitúa en 61 parlamentarios de los 120 que componen la Knéset (Parlamento).

Kadima tendrá 29-30 representantes ante este órgano, mientras que el Likud rondará los 27-28.

La tercera fuerza del país ha pasado a ser Israel Beytenu, una formación tan fascista y racista que entre la amalgama de sádicos fanáticos que ostentan el poder en Israel ellos son considerados los radicales. Esta formación, con sus 15-16 parlamentarios, será clave a la hora de formar gobierno.

Si Israel fuera un país 'al uso' en el reparto típico en las democracias representativas, Kadima sería el partido socialdemócrata, Likud el demócrata-cristiano, y Israel Beytenu un partido de extrema derecha.

Pero si nos atenemos a la costumbre de sus gobiernos de usurpar territorios, bloquear refugiados y bombardear civiles, podemos decir que en lo que a su comportamiento se refiere los tres partidos son ultraderecha en estado puro.

Y como no quiero ser injusto, porque hasta en la ultraderecha hay matices, la conclusión final de estos resultados es la que sigue:

Ultraderecha radical es derrotada por ultraderecha moderada, que tendrá que pactar con ultraderecha fascista para gobernar
.

¿Exagero? El tiempo dirá.
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En Tlaxcala tuvieron la amabilidad de traducir este artículo al francés: aquí lo tienen mes amis. Merci beaucoup!