jueves, noviembre 30, 2006

Mi experiencia personal

He de confesar que me encuentro desbordado por el alcance de mi modesto homenaje a la famosa marcha del pasado domingo 26 de Noviembre en Caracas, en forma de video.

Primero de todo, agradecer a todos los que lo visualizaron, más de 11.000 personas en apenas tres días. Sobre todo agradecer a todos los que me escribieron correos felicitándome por el resultado, a los que se suscribieron a mi recién estrenado canal, a los que me sugirieron hacer una versión en inglés (cosa que hice, aunque con algún error gramatical he de decir), etc. A ustedes iba dirigido este trabajo, y sus comentarios entusiastas me animan a realizar más, y en parte me inquietan, por el "compromiso" adquirido y la duda de cumplir las expectativas.

Otros comentarios que recibí, por el contrario, no expresaron aprobación de ninguna clase. Quiero decir que respeto esas opiniones, aunque no las comparta. Algunas personas me pidieron ser más "objetivo" y "realista", mostrar miles de autobuses, gente pasando lista, hasta me otorgaron altos porcentajes de ignorancia (un 80%... me quedé con ganas de saber cuál sería mi 20% de sabiduría), otros me dijeron -comentario bien original- que me fuera a Cuba, etc. Como contestación global a todos los comentarios negativos, sólo necesito una frase:

Este video fue simplemente mi experiencia personal.

No fui con ninguna idea preconcebida, sólo con mi cámara y con ganas de vivir una marcha desde dentro, cosa que no había hecho nunca antes. Vi los autobuses, eso no es ningún secreto, incluso en la misma página de inicio de www.aporrea.org puede verse una foto aérea donde aparecen claramente. ¿Dónde está el problema? La gente se desplaza en los cierres de campaña de cualquier país del mundo, generalmente se hacen en capitales y se acercan seguidores del interior. Es lo normal. Además, de Caracas o no, son votos para Chávez. Son muchos, y valen lo mismo. Por otro lado, y sé que algunos no me van a creer, pero yo no vi a nadie pasando lista. Me contestarán que la lista la pasan en el ministerio, no en la concentración (¿qué culpa tendría yo de eso entonces, si yo estuve en la marcha, no en los ministerios?). De todos modos, y suponiendo que las imágenes no bastan como muestra para algunos, hay varias cosas que hacen que me suene fantasioso lo de la "obligación". Sólo pregúntese usted mismo, si se sintiera obligado a acudir a una marcha chavista, con lo que las odia... ¿bailaría? ¿tomaría cerveza? ¿se metería en un gentío cerca del estrado, arriesgándose a ser aplastado (lo viví personalmente, casi me rompen la cámara)? ¿No se limitaría a dejar pasar las horas en un rincón, con cara de amargado? Yo actuaría así si me obligaran a ir a una concentración que no fuera de mi agrado. Lo que no entiendo tampoco es cómo controlan que, los que acudieron a la marcha, no estén allí cinco minutos y después se vayan a sus casas. O en el caso de los "obligados" de estados del interior, cómo no se van en metro a otra parte de la ciudad, se rascan en cualquier lugar y vuelven a la concentración cuando los autobuses estén por regresar a casa. Yo haría eso si me sintiera forzado a acudir. ¿Quién podría saber si estoy o no estoy, entre un milón y pico de personas? ¿O es que acaso pasan lista cada quince minutos? ¿Los llevan a todos de la mano, con su nombre en un papelito pegado a la franela, como los chamitos cuando salen de excursión? Mi experiencia personal es contraria a esos supuestos absurdos: fue ver gentío y gentío, que seguía bailando en las calles cuando Chávez ya había terminado discurso y recorrido, y de hecho, el que se fue fui yo, que llevaba nueve horas de pie y estaba mamado de puro cansancio. Dejé todavía -a las seis de la tarde- a un gentío atrás. Lo que yo vi fue alegría desbordada, entusiasmo y rumba, y es lo que reflejaron mis imágenes.

Obviamente no soy objetivo. A mí me gusta Chávez, cualquiera que haya visto el video se da cuenta de eso. Lo que no entiendo es que eso me convierta automáticamente en un mentiroso o manipulador. ¿Ustedes sí son objetivos? ¡Enséñenme a serlo, por favor! He escuchado demasiadas veces, de boca de opositores, el argumento de "ah, claro, es que lo que pasa es que a ti te gusta Chávez", como si eso restara validez a mis opiniones, como si me convirtiera en una persona alienada, mientras que la posición de "no me gusta Chávez" es sinónimo automático de ecuanimidad y objetividad intachable. Yo no dejo de valorar los argumentos contrarios a los míos sólo por hecho de serlo; nunca voy a cerrar una conversación que se pone incómoda con un "es que a ti NO te gusta Chávez". Yo no mostré lo que quise ver: mostré lo que vi. Y curiosamente los comentarios que refrendan mi punto de vista son mayoritariamente de gente que sí fue a la marcha, mientras que los que dicen que estoy completamente equivocado son en su totalidad de personas que no fueron. ¿Casualidad?

Además, les doy un consejo: grabar en esas marchas es extremadamente fácil. Por mi aspecto físico, puedo pasar tranquilamente por un sifrino a sueldo de la Alcaldía de Chacao. Vi a una fotógrafa (ella aparece en una de los tomas del video, en el segundo 50") y un cámara (él se asoma ligeramente a la izquierda, en el 1'16") catiritos los dos, sin franela roja, moviéndose con total normalidad entre la multitud. Podían ser o bien extranjeros o bien venezolanos de oposición, o bien venezolanos chavistas. En Venezuela hay variedad política y social. ¿Cómo saber quién apoya a quién? ¿Por qué no hacen otros lo mismo que yo, pero para mostrar "lo que yo he ocultado"? Nadie me miró con sospecha y grabé lo que quise y como quise. Ustedes pueden hacer lo mismo, no se escuden en que los de Globovisión no pueden ir a esas marchas porque los agreden. Yo tampoco iría a una marcha opositora con una franela que dijera "10 Millones por el Bushe" o "VTV", si tienen miedo vayan de incógnito a las marchas chavistas, nadie va a identificarlos ni reconocerlos. Cualquiera puede hacerlo, hagan la prueba cuando se realice la primera concentración para festejar la victoria que, según todas las encuestas, dará seis años más al presidente Chávez. Graben entonces, y se darán cuenta que, por muy poco que les guste este gobierno, tiene el apoyo de la mayoría. Están en su completo derecho a pensar que el proyecto bolivariano es una basura, vivimos en democracia. Defiendo su derecho a pensarlo y a expresarlo. Pero acéptenme un consejo: la oposición dará un gran salto de calidad cuando pase de afirmar que el gobierno bolivariano es "una basura en minoría" a "una basura con mayoría".

Yo, mientras tanto, seguiré defendiendo mis ideas como mejor se me ocurra, sin recurrir a la violencia y armado sólo de palabras e imágenes. E invito a todos los venezolanos a hacer lo mismo.

lunes, noviembre 27, 2006

(VIDEO) Estreno en "Youtube" - Los Obligan

Espoleado por mi asistencia a la marcha del 26 de Noviembre en Caracas, que daba cierre a la campaña electoral del candidato Hugo Chávez, decidí abrir un canal en Youtube, para añadir mis trabajos audiovisuales.

Este estreno es un homenaje a todos los que participaron en la marcha, y un severo tirón de orejas a los que dicen que la gente va "obligada". Espero que lo disfruten:

http://youtube.com/watch?v=rU6sNsaphRM


viernes, noviembre 24, 2006

A siete días de las elecciones en Venezuela

A una semana de las elecciones presidenciales en Venezuela, podemos recordar y vislumbrar los siguientes aspectos y posibles escenarios.

a) Las encuestas. La aplastante mayoría de los sondeos otorgan a Chávez ventajas que van desde los seis hasta los treinta puntos porcentuales frente a su contrincante principal, Manuel Rosales. Es cierto que la oposición habla de algunos sondeos propios que dan como ganador a su candidato, pero en general estos estudios se reducen a afirmar "En Venezuela hay miedo, y aunque los números digan lo contrario, gana Rosales. ¿Alguna pregunta?" y poca gente -con razón- los toma en serio. Internet es una buena fuente de contraste. Si uno realiza una búsqueda de noticias en Google, con el término "elecciones Venezuela", se encontrará con que la aplastante mayoría de enlaces resultantes dan por seguro ganador al gobernante bolivariano. Medios y portales tan poco sospechosos de ser "chavistas" como Terra España, Reuters, Associated Press, ¡hasta el Miami Herald!, se hacen eco de los datos que muestran esa ventaja, mucho más que sólida restando siete días para los comicios.

b) Los resultados. Apoyándonos en esos datos, de empresas de renombre y trayectorias intachables, la victoria de Hugo Chávez parece segura. En un país cualquiera la cosa quedaría ahí: unos ganan, otros pierden, ambos muestran una cara satisfecha ante la prensa y felicitan a su contrincante, porque la verdadera ganadora ha sido la democracia, etc. Pero Venezuela no es un país cualquiera, y los escenarios que se abren a partir de algo tan sencillo son muy variados.

c) Los antecedentes. Para entrar en materia, no está para nada de más recordar que en agosto del 2004 se realizó un referendum revocatorio en el país, donde se consultó a los venezolanos si querían que Chávez saliera del poder (SI) o si preferían que siguiera ejerciéndolo (NO). Todas las encuestas nacionales e internacionales, excepto una (contratada por la oposición) daban por seguro el triunfo del NO -la permanencia de Chávez en el poder- y así sucedió. Pero gran parte de la oposición se negó a reconocer los resultados y cantaron "fraude" a los cuatro vientos, argumentando que el sistema de voto es electrónico y fue manipulado por unos hackers rusos contratados por el gobierno (sic). El Centro Jimmy Carter y la OEA, en calidad de observadores, certificaron la victoria chavista. Un considerable segmento de la oposición, todavía hoy y sin haber podido demostrar absolutamente nada, sigue hablando del "fraude en el revocatorio" y llegan al absurdo de acusar tanto a la OEA como al Centro Carter de ser "simpatizantes chavistas". Gran parte de los escenarios que se abren ahora se basan en la experiencia de esta consulta realizada hace dos años.

d) Retiro de la oposición. En diciembre del 2005, en las elecciones para la Asamblea Nacional, y previendo una derrota amplia, la oposición se retiró en bloque dos días antes de los comicios, aduciendo que el proceso no tenía las suficientes garantías. Con esto buscaron deslegitimar nacional e internacionalmente al gobierno chavista. Es cierto que la participación fue muy baja, 25%, pero presentándose sólo candidatos de partidos oficialistas a las elecciones, era en extremo difícil movilizar al electorado. La Asamblea Nacional ahora está representada exclusivamente por partidos del gobierno, y eso no ha conseguido deslegitimar al gobierno bolivariano más allá de entre buena parte de los seguidores de oposición. La diferencia es que ahora es el propio Hugo Chávez quien se presenta a las elecciones, no partidarios suyos, y puede resultar más tentador a la hora de deslegitimar su gobierno internacionalmente, ya que la derrota electoral de la oposición parece segura. Pero corren el riesgo de que la comunidad internacional vuelva a ignorar sus pataletas, como ya ha ocurrido en el pasado: a día de hoy ya hay misiones observadoras internacionales presentes que están conociendo cómo funciona el sistema de voto y si es o no transparente.

e) Gane quien gane, el rival acepta los resultados. Sería el escenario ideal. Chávez ha repetido en numerosas ocasiones que, de perder en las urnas, será el primero en entregar la banda presidencial. De hecho, la figura del "referendo revocatorio", poco usual en otras democracias, forma parte de la constitución de 1999, diseñada por una asamblea mayoritariamente chavista y aprobada en plebsicito de forma aplastante. No obstante, las encuestas indican que Chávez ganará estos comicios, por lo que parece un escenario poco probable. Que la oposición aceptara unos resultados desfavorables sin rechistar demasiado -siempre que se pierde unas elecciones, algo se rechista- sería lo mejor para el país y para sí misma. Debido al golpe frustrado del 2002, el sabotaje petrolero y las maniobras de desestabilización llevadas a cabo en estos años por buena parte de los oposicionistas, éstos gozan de bastante desprestigio en el país. Aceptar los resultados e iniciar una labor opositora de manera democrática es algo que, sin duda, agradecerían la mayoría de sus votantes y el país entero. Pero... ¿y si no lo hacen?

f) Violencia, desestabilización. En abril del 2002, algunos sectores radicales de la oposición lanzaron a sus seguidores a tomar el Palacio de Gobierno para derrocar a Chávez. Los simpatizantes chavistas salieron a defenderlo y la violencia no tardó en brotar. Hubo muertos civiles en ambos bandos y la oposición, apoyada por la manipulación de la violencia que hicieron los medios de comunicación privados, logró hacerse con el poder. Las organizaciones sociales y medios alternativos, haciendo uso de un "boca a boca" muy efectivo, y junto con sectores del ejército fieles al gobierno constitucional, contrarrestaron el Golpe de Estado y Hugo Chávez retomó las riendas del país en menos de 48 horas. La oposición fracasó entonces, pero puede volver a intentar provocar violencia para hacerse con el poder de manera similar y, esta vez, sabría no repetir los errores del pasado, para no perderlo en un abrir y cerrar de ojos como ocurrió aquel 13 de abril. Cantarían "fraude", lanzarían a sus seguidores a las calles a buscar un derramamiento de sangre y en la confusión derrocarían al gobierno (ésta es la estrategia "3-4-5" que defendió recientemente en televisión un opositor, Rafael Poleo: votar el tres de diciembre, salir a las calles gritando "fraude" el cuatro, y con la ayuda de sectores golpistas del ejército, tumbar a Chávez el cinco. Sí, en la tele lo dijo). Después se asegurarían de que la situación no fuera reversible. Si en el 2002 cerraron la televisión estatal, detuvieron a varios ministros, disolvieron la asamblea Nacional, asediaron y tomaron parcialmente la Embajada de Cuba, da escalofríos pensar qué serían capaces de hacer ahora para "mejorar" la intentona de hace cuatro años. Si ésta fuera la estrategia opositora, y fracasara, sería la tumba de la oposición. Si ésta fuera la estrategia opositora, y triunfara, sería la tumba de Venezuela.

g) Los observadores. Juega un papel primordial en el proceso la presencia de las misiones internacionales dedicadas a observar el transcurrir de los comicios. Lo que estos observadores -OEA, UE, Centro Carter...- digan una vez finalizada la jornada electoral es vital para la estabilidad de la nación. Ellos obviamente cumplirán con su deber y harán las observaciones que crean convenientes, pero todos los factores implicados son conscientes del tremendo impacto que sus palabras tendrán. Sin duda ellos lo saben, y serán en extremo cautelosos a la hora de pronunciarse. Si observan irregularidades de magnitud suficiente como para declarar inválidos los resultados, favorezcan a quien favorezcan, el país puede entrar en el caos en un visto y no visto. De declarar que las elecciones fueron transparentes y arrojaron un claro ganador, cualquier intento desestabilizador perdería fuerza: no desaparecería -recuérdese que un segmento de la oposición sigue sin reconocer los resultados del 2004, aunque fueron avalados internacionalmente- pero quedaría sumamente debilitado y perdería toda legitimidad. ¿Qué podrían hacer entonces?

h) Gobierno paralelo. Lo más probable es que sigan como hasta ahora: desde los medios privados negando la legitimidad del gobierno bolivariano, llamándolo "régimen" y "dictadura" y creando matrices de opinión muy negativas desde periódicos y canalaes de televisión. Otro escenario a tener en cuenta podría ser la creación de un "gobierno" formado por la oposición, escudándose en que hubo "fraude" en el proceso. Sería una deslegitimación "a la mexicana". Lo que ocurre es que, a tenor de las encuestas, difícilmente la diferencia entre uno y otro sea del 0,56% como en el país azteca. Con una diferencia de alrededor del 20% en los votos, que es la media que dan los sondeos, y la certificación de los mismos por la OEA, el Centro Carter y la UE, un "gobierno paralelo" sería el hazmerreír internacional. Pero la oposición tiene factores mediáticos y económicos muy poderosos operando a su favor, que no hay que despreciar.

i) El Magnicidio. No puedo dejar de mencionar algo que se comenta en la calle y en algunos foros de opinión de Internet. A mí me parece el segundo escenario más descabellado. Pero probablemente, si alguien hubiera anunciado que Kennedy iba a ser asesinado dos días antes de que efectivamente así sucediera, la gente también lo habría tachado de rumor absurdo. Al contrario de lo que pudiera pensar uno a priori, el objetivo no sería Chávez. Asesinar a Chávez traería unas consecuencias difíciles de imaginar, y el país podría entrar en una espiral de violencia que dejaría al Bogotazo como un concierto de los Niños Cantores de Viena en comparación. Además no serviría para derrocar al gobierno, al menos no a corto plazo, más bien afianzarlo. Un atentado contra Rosales también crearía un caos enorme en el país, no tan grande quizá, pero suficiente para hacer ruido internacionalmente. Asesinar a Rosales, o una simple intentona, daría algo de credibilidad al argumento opositor de que él encabeza las preferencias de voto, y por tanto el gobierno de Chávez -un gobierno dictatorial a su modo de ver- intentó impedir su triunfo ordenando su muerte. Insisto en que en mi opinión esta hipótesis es descabellada, pero no imposible: hay un sector -muy minoritario pero extremadamente radical- de la oposición venezolana que ha hecho del "salir de Chávez a toda costa" un mantra existencial, para el cual el fin justifica todos los medios.

j) La Intervención Extranjera. El escenario más descabellado, el summum de la locura, pero si se diese el caso de un magnicidio, se desataría un caos incontrolable en la nación, se podría llegar a una guerra civil. Eso desencadenaría una intervención extranjera. Más de un país estaría encantado de intervenir, dada la gran importancia económica de Venezuela, una de las mayores reservas mundiales de hidrocarburos. Nunca se dará el caso de una invasión "a secas", siempre tiene que haber un "motivo" primero que la justifique, y la única excusa válida para realizarla sería un estallido de violencia que conmoviera a la opinión pública internacional. Estos dos escenarios -magnicidio e intervención- son casi inseparables, y aunque suenen (y en mi opinión lo son) a meras teorías conspirativas, no se puede descartar nada jugándose Venezuela lo que se juega en estos comicios.

La mayoría de estos escenarios parecen desoladores y catastrofistas. Son sólo posibilidades, pienso que porcentualmente muy improbables. En mi opinión, y basándome en las encuestas, la temperatura en las calles y la actitud de los medios, lo que va a ocurrir en las elecciones es que, como aseguran casi todos los estudios de opinión, Chávez las ganará cómodamente. Me inclino a pensar que la oposición cantará "fraude" o como mínimo -no pudiendo demostrarlo- querrá dejar flotando en el aire un aroma a "duda" respecto a los resultados, habrá algunos disturbios espoleados por algunos medios privados, pero los organismos internacionales certificarán la victoria del mandatario bolivariano y las protestas irán paulatinamente perdiendo fuerza. Mi pronóstico y mi deseo es que las Navidades serán tranquilas en Venezuela. Pronto lo sabremos, sólo restan siete días para uno de los días más importantes en la historia de la democracia nacional.

jueves, noviembre 23, 2006

Rayma y El Universal se hunden con la oposición

Cuando vi la comiquita que publicó hoy Rayma en El Universal, gracias al comentario de Alessandro Di Pietro en Aporrea.org, me sentí desolado. Pero rápidamente la tristeza dio paso a la esperanza: este tipo de demostraciones que hace la oposición son las que los hunde cada vez más. Este dibujo es una muestra más de los vanos intentos de salir de las arenas movedizas en las que ellos mismos se han metido, que cuanto más se agitan, más se hunden. Les invito a "admirar" el trabajo de la dibujante, publicado hoy 23 de Noviembre.

¡Qué manera de resumir lo que sienten estos dizque "patriotas" por Venezuela, y los referentes que toman como modelos a seguir! Sienten vergüenza de su propio país, de su propio Continente inclusive: toda su admiración es para Europa.

Rayma, aún tomando Europa como un modelo y obviando guerras mundiales pasadas, desigualdades sociales presentes y pseudodemocracias mediáticas omnipresentes, ¿sabes qué es lo que hace que las cosas funcionen, de momento, mejor allí? Que en Inglaterra hay ingleses. Que en Francia hay franceses. Que en España hay españoles. Y ellos han tenido siempre en cuenta algo tan simple como eso a la hora de diseñar sus Estados. Ellos han sido su propio modelo. Los opositores que miran tanto hacia el exterior sólo lo hacen por un motivo: se niegan a aceptar que en Venezuela hay venezolanos.

Rayma, sin saberlo haces un gran favor a los que dices adversar. Tu comiquita expresando lo mucho que amas Europa y lo mucho más que desprecias tu patria, es la mejor manera de conseguir que los indecisos no salgan jamás a votar por las políticas mal importadas y peor imitadas por la oposición. Invito a todos a que hagan llegar este trabajo tuyo al país entero. Esos cuatro rectangulitos dicen más de la opción que tú y El Universal representan que todo lo que pueda escribir yo y el resto de Venezuela al respecto. Gracias, Rayma, por ahorrarnos tanto esfuerzo y facilitarnos el trabajo.

Por último, Rayma, leí en una entrevista que para ti Quino, el autor de Mafalda, la mejor comiquita que haya dado Latinoamérica nunca, es "Dios". Comparto tu buen gusto, lo que no entiendo es que, teniendo un Dios como Él, te equivoques tanto a la hora de adorarlo. Debieras cambiar de Dios, o de Iglesia. Porque sinceramente, con un dibujo como el publicado (y sin querer juzgar tu carrera entera), más que a Mafalda te me haces parecida a otro de sus personajes: Susanita, la malcriada sifrina y mezquina que decía que dar el poder al pueblo sólo lleva a que el país quede regado de "cáscaras de naranja y sandwiches de chorizo".

martes, noviembre 21, 2006

¿Y si hubiera sido otro país, y otro medio?

Yo no quiero pecar de malpensado, pero con motivo de la detención del periodista Fredy Muñoz Altamiranda, me puse a inventar un escenario parecido, y a sacar mis conclusiones.

Fredy Muñoz Altamiranda trabaja como corresponsal en Colombia para Telesur, proyecto multiestatal de televisión de información que agrupa a varios países de Latinoamérica, como Argentina, Cuba y Venezuela, entre otros. Él es colombiano y acaba de ser detenido por el Departamento Adminsitrativo de Seguridad (DAS), suerte de policía de inmigración de su país, por supuestos delitos de "rebelión" y "terrorismo", dictados en su contra mientras realizaba un curso en Caracas. Algunos medios venezolanos, apoyándose en esta noticia, han querido dejar flotando la idea de que Telesur, por medio de sus trabajadores, colabora con la guerrilla colombiana. En CNN en Español dieron ayer la noticia y no mostraron ninguna clase de indignación o solidaridad, más bien cierta indiferencia, despojaron a la noticia de cualquier contenido moral para que hablara por sí misma, permitiendo así que la idea "Telesur=FARC" germinara en la mente de algunos espectadores predispuestos. La reacción de los medios de comunicación a nivel mundial ha sido bastante tibia en líneas generales.

Yo me pregunté a qué pudiera deberse esta tibieza. Y para contestarme, me imaginé una situación muy parecida, pero en un contexto totalmente diferente.

¿Se imaginan que un corresponsal venezolano de CNN o FOX fuera detenido en Venezuela por presuntas actividades terroristas llevadas a cabo en el país? ¿Se imaginan la reacción a nivel internacional? ¿Los llamados a sanciones, el histerismo global contra el gobierno de Hugo Chávez, la recogida de firmas en defensa de la libertad de expresión, las declaraciones de solidaridad "unánimes", etc?

Pero eso no ha ocurrido en el caso de Fredy Muñoz Altamiranda. Ningún gobierno se ha lanzado a amenazar o exigir explicaciones al presidente colombiano Álvaro Uribe -casualmente inmerso en un escándalo político-paramilitar de dimensiones estratosféricas- ni ha querido ver nada más que "un Estado de Derecho ejerciendo su deber" tras esta acción. ¿Por qué esta diferencia?

Simplemente porque los medios de comunicación masiva, en su visión acomodada del mundo, pueden hacer que, lo que bajo circunstancias idénticas presentarían como la agresión de un Estado contra un Medio de Comunicación, en este caso se convierta en la agresión de un Medio de Comunicación contra un Estado.

Fácil, ¿no?

Una europea en el Canal 8

A ciertos opositores venezolanos les encanta mostrarse como "europeos", entendiendo ellos que ese término implica "primer mundo", en contraste a Latinoamérica, que es sinónimo de "tercer mundo". Europa es "democrática", "seria", "ejemplar", mientras que Venezuela es todo lo contrario. Ésa es la imagen que quieren vender.

Sin embargo, a la primera ocasión que se les presenta, se rebajan a comportarse como verdaderos tercermundistas, en el sentido auténtico de la palabra: retrógrados, fanáticos, y desvergonzados. Por ejemplo, como hicieron cuando una encuestadora europea y su equipo revelaron unos estudios de intención de voto que iban contra sus deseos e intereses. En Sieg Heil Ciudadano se dedicaron a desprestigiar al equipo de una universidad española, diciendo que la profesora y el equipo que lo conforman no forman parte de esa institución (la Universidad Complutense). En directo realizaron una investigación tan seria y confiable como las que acostumbran: buscaron en Internet en la página de la universidad, escribiendo mal el nombre de la persona, Carolina Bescansa. De más está decir que no la encontraron (sólo con escribirlo -bien- en Google, ella aparece en la web de la Complutense, como primer resultado).

Ayer pudimos verla en una entrevista en Canal 8. Esta mujer -insisto, europea- mostraba incredulidad ante el tratamiento recibido por Globovisión, y abría los ojos de puro asombro cada vez que surgía el tema: nunca le había pasado nada parecido en ningún país. En Europa tampoco. Dudar de la profesionalidad de una encuestadora extranjera llevada a cabo por personal de una universidad con siglos de existencia, simplemente porque no gustan las conclusiones, insinuar que la primera responsable de este estudio o bien no existe o bien es una asalariada de una tendencia política en particular son actitudes muy poco serias, ejemplares y democráticas: muy poco "europeas". Y Globovisión debiera saberlo.

Los ataques contra Carolina Bescansa y la Complutense son especialmente tercermundistas. Pero si me apuran, más tercermundista fue el uso que hicieron de la encuestadora "propia", Penn Shoen and Berland. Cuando entrevistaron a su vocero en Venezuela, y éste habló de "empate técnico", se notaba que el pobre tipo estaba explicando sus datos haciendo todo lo posible para ajustarlos a los deseos de Leopold von Castillen & Cia, justificándose cada dos palabras. Parecía que el pobre anciano estaba rogando con su mirada "miren, no puedo forzar más la interpretación de estos datos para favorecerlos, hago todo lo que puedo, no arruinen más mi prestigio, por Dios se lo pido", mientras se aferraba desesperadamente a comparar la situación venezolana con su experiencia en Nicaragua quince años atrás, comparación absurda puesto que la segunda venía de una guerra civil y miles de muertos.

Por un momento me pareció que el gringo viejo estaba siendo coaccionado por unos malandros que lo tenían chantajeado de alguna manera perversa. Casi llegué a creer que, cuando terminaron la transmisión y el pobre tipo vio que salían del aire, el invitado se giró hacia Leopold y su equipo y les dijo:

"Bueno, yo ya he hecho y dicho todo lo que me pedían. Ahora cumplan ustedes con el trato, y devuélvanme a mi mujer".

Obviamente no creo que sucediera así. Globovisión es más sutil a la hora de ejercer presiones. Al fin y al cabo, se creen "europeos".

"Haz tu propia encuesta", dice la oposición venezolana

Hartos de que nadie (excepto ellos mismos) se tome en serio las encuestas a gusto del consumidor que, en una especie de frenopático onanismo electoral, se prepara la oposición para sí misma, han llegado a la conclusión de que lo mejor es que cada uno haga su propia encuesta. ¿Estadísticas? ¿Matemáticas? ¿Encuestadoras? ¿Método científico? Bah, ¡para qué! Eso son cosas de comunistas. La gente seria no necesita encuestadoras, ni fichas técnicas, ni cálculos estadísticos, ni preguntas: sólo hablar un poco con sus amigos y familiares.

Obviamente este novedoso y preciso método -que bien podría denominarse 'anestesia' o 'tranquilizante electoral'- concede la reconfortante sensación de que, lo que se cumple en un determinado círculo de amistades y familia, se cumple en todo el país. Veamos un ejemplo, ficticio, pero muy real:

Roberto Rodrigo Wenmann, agente de bolsa, casado y con dos hijos, residenciado en una exclusiva urbanización del Este caraqueño, en un apartamento de 350 metros cuadrados, decidió hacer su propia encuesta, consultando a amigos y familiares de su entorno cotidiano. Los resultados fueron estimulantes; tanto, que corrió a notificarlo al Comando de Campaña de Rosales, donde lo recibieron con los brazos abiertos y lo nombraron ipso facto como "experto encuestólogo". El estudio de Wenmann, basado en un profuso interrogatorio a su familia, amigos del Country Club y compañeros de trabajo, arrojó los siguientes resultados:

- El 100% de los encuestados no votará ni votó nunca por Chávez.
- El 100% de los encuestados votará por Manuel Rosales.

Para darle más fuerza a la publicación de los datos, y obviando el tamaño de la muestra, decidieron sustituir "encuestados" por "venezolanos". Así, expusieron a los medios que:

- El 100% de los venezolanos no votará ni votó nunca por Chávez.
- El 100% de los venezolanos votará por Manuel Rosales.

Pero los datos más sorprendentes llegaron con el resto de su estudio, que pretendiendo ser serio, investigó los variados aspectos sociales y económicos de los encuestados. Así, Wenmann y el Comando Rosalino tuvieron que inferir de su estudio que, además de los resultados de arriba, la radiografía sociocultural venezolana seguía el siguiente patrón:

- El 100% de los venezolanos encuentra la información de Globovisión como "contrastada" y "verificable".
- El 80% de los venezolanos pasa sus vacaciones en Miami.
- El 90% de las venezolanas son catiras.
- El 80% de los venezolanos ha visitado alguna vez Londres o París.
- El 5% de los venezolanos ha visitado Petare alguna vez (100% de ese 5% porque una vez se perdieron mientras manejaban ebrios su carro deportivo).
- El 70% de los venezolanos piensa que ViveTV es un canal cubano.
- El 80% de los venezolanos tiene una poceta de mármol con incrustaciones de oro.
- El 90% de los venezolanos admite conocer sólo una Misión: la "Imposible", protagonizada por Tom Cruise.

Estos datos sorprendieron al Comando de Campaña de Manuel Rosales, pero cuando cruzaron los mismos con sus propias e individuales experiencias (o 'Encuestas Do-It-Yourself' como les gusta llamarlas) comprobaron que coincidían. Aún así, y tras agrios debates internos, decidieron ocultar esta segunda parte del estudio, para no hacer más el ridículo de lo que han hecho hasta ahora.

Dije que este ejemplo de delirio electoral era "ficción". Ahora que lo releo, no estoy tan seguro.

martes, noviembre 14, 2006

Globovisión escupe contra Lula

Pude ver los últimos minutos de "Sieg Heil Ciudadano" del lunes 13-N y la verdad que a Leopold von Castillen le hacía falta un chaleco de fuerza y varias descargas de electroshock para contrarrestar los espumarajos de rabia que mal podía contener. El apoyo de Lula a Chávez fue tan claro y rotundo que los ha dejado sin posibilidad de reacción. Claro, Lula pertenece a esa "izquierda responsable" de la que tanto le gusta hablar a Petkoff, y es además un aliado comercial de EEUU, con el que no tiene mayores enfrentamientos.

Entonces no pueden agarrarse a su argumento favorito: que a Chávez sólo lo apoya Hamás, Hizbullah, Corea del Norte, ETA, las FARC, Bin Laden y, si me apuran, Jack el Destripador y el Comegente. Ni ajustando su disociación al máximo permitido por la OMS (Organización Mundial de la Salud) pueden dedicarle a Lula, por lo anteriormente expuesto, etiquetas del tipo "castrocomunista", "terrorista", "dictador" ni nada parecido.

¿Qué hacer entonces? ¡Un mandatario que es, en líneas generales, bien visto por Europa, EEUU, el FMI, el Banco Mundial, etc,. no sólo desea la mejor de las suertes a Hugo Chávez para el 3-D, sino que además lo da por seguro ganador! ¿Cómo reaccionar ante tamaña afrenta?, se habrán preguntado en la sede del canal. Simplemente como Globovisión mejor sabe: con infinita mezquindad, afirmando que el apoyo de Lula no fue "gratis".

Según ellos, Chávez volvió a sacar su famosa (e inagotable al parecer) petrochequera para así usar al mandatario brasilero como marioneta. Es decir, reaccionaron insultando no sólo al presidente de Venezuela (como acostumbran) si no, también, al del vecino más grande y fuerte económicamente hablando, y a los 55 millones de ciudadanos que votaron por él.

¿Es así como la oposición pretende ejercer la política exterior si llegara su fantasioso, desubicado y delirante "triunfo en diciembre"? ¿Insultando a uno de los principales socios comerciales de Venezuela? ¡Bravo, Globovisión, no dejas de divertirnos!

Pero ¿saben qué es lo mejor? Que un 80% de lo que dijo Lula, lo dijo simplemente porque en la campaña electoral brasilera pudo conocer (y sufrir) el alcance y la verdadera cara que esconden los muchos Globovisión que existen en Brasil y, tristemente, en toda Latinoamérica. Se solidarizó con Hugo Chávez porque sabe lo duro que es tener que calarse a unos medios así. Y a Herr Leopold eso le dolió más que la acidez estomacal que se le dispara cada vez que mira las encuestas.

viernes, noviembre 10, 2006

Dios los cría y ellos se juntan

Llama la atención algunos paralelismos entre Jaime Mayor Oreja, que recientemente visitó Caracas, y aquellos (pocos) que lo recibieron con los brazos abiertos, como si se tratara del mismísimo Libertador. Si repasamos la trayectoria del político vasco y de (parte de) la oposición venezolana, notaremos algunas coincidencias muy divertidas.

En el 2001, Jaime Mayor Oreja fue "El Elegido" por José María Aznar para presentarse como candidato a lehendakari (presidente del gobierno autonómico vasco). La campaña fue todo lo sucia que pueda esperarse, y el acoso informativo en los medios, obsesionados con identificar al Partido Nacionalista Vasco (PNV) con el terrorismo de ETA o con cualquier problema no sólo de Euskadi sino de España, incansable. Se repitió con indecencia goebelssiana cualquier información que vinculara al PNV con el terrorismo, ejerciendo un manipulador paralelismo entre ambos, cuando lo cierto es que el PNV (un partido de derechas), si bien no era ni de lejos tan hostigado por ETA como el PP de Aznar, también sufría las consecuencias de su violencia. Hum... ¿Manipulación mediática? ¿Acoso desinformativo? ¿Les suena? ¿No se les hace parecido a ciertos medios de comunicación venezolanos? ¿Globovisión por ejemplo? A mí sí.

La campaña del PP y Mayor Oreja fue tan entusiasta como alejada de sus posibilidades reales. Se lanzaron las campanas al vuelo, se habló de que un cambio imparable y fresco venía con él para quedarse, que se acabaría el gobierno del PNV (que llevaba casi veinte años gobernando por aquel entonces), que el pueblo vasco se moría de ganas de ser gobernados por el representante de Aznar en la región, etc, etc, etc. ¿El resultado? Un fracaso rotundo: el PP sólo aumentó su representatividad en un (1) parlamentario, con un "aumento" del porcentaje de votos del 1,7 sobre las elecciones anteriores. El PNV, "el partido que iba camino de la derrota", aumentó sus representantes en el gobierno en número de seis (6) y su porcentaje de votos tuvo un impulso también del 6% respecto a los comicios de 1998. ¿Qué quedó de la "avalancha" del PP en Euskadi? Más bien nada. Hum... Un candidato que asegura que viene "arrasando", que es "indetenible", que todos lo aman, que se avecina un cambio total en el país y después, cuando llega la hora de la verdad, queda lejísimos del ganador y poco menos que hace el ridículo... ¿Les suena? ¿No se les hace parecido a alguien? ¿A un candidato de la oposición venezolana, Manuel Rosales por ejemplo? A mí sí.

Cuando se dieron los resultados, y aquí es justo otorgar a los paralelismos entre Mayor Oreja y sus anfitriones de Globovisión un menor grado de coincidencia, el PP no cantó "fraude" ni lanzó a sus seguidores a la calle. Admitieron de mala gana la victoria aplastante del PNV, disfrazaron su fallido intento de "éxito" (basándose en el aumento del número de votos para su opción) y esbozaron tímidamente a modo de justificación que los electores vascos tenían "miedo". Cierto es que la situación en Euskadi era muy dura -asesinatos, extorsión- para los críticos con ETA, pero el PNV se encuentra también entre esos críticos, y al final el pueblo vasco lo que expresó en las urnas fue miedo, sí: miedo a que los gobernara el PP. Tiempo después, en un parlamento vasco repleto de alianzas entre partidos, alianzas muy ajustadas, en las que cada voto contaba, el mismísimo día en que se votaban los presupuestos del País Vasco, nada más y nada menos que la asignación presupuestaria de los vascos... ¡Mayor Oreja llegó tarde a la votación! El PNV aceptó el regalo gustoso e inició la votación sin él, aprobándose así los presupuestos peneuvistas en una votación ajustadísima, que fue posible gracias a la ausencia del principal representante del PP en Euskadi! ¿Qué mejor cosa tenía que hacer Mayor Oreja esa mañana que defender los intereses de sus votantes? Lo ignoramos. Pero da que pensar. Hum... ¿Un candidato que promete y promete mil cosas en caso de ganar, pero cuando pierde no lleva la labor de oposición con dignidad ni responsabilidad y traiciona la confianza de sus votantes? ¿Les suena? ¿No se les hace parecido a algo? ¿A la labor política (o 'ausencia de') de los opositores venezolanos por ejemplo? A mí sí.

Hasta aquí los paralelismos, que no son pocos. Por eso no es de extrañar el recibimiento y el entusiasmo mutuo entre Mayor Oreja y Globovisión (lugar al que por cierto, no llegó tarde): Dios los cría y ellos se juntan.

martes, noviembre 07, 2006

¿Un 11-M en Venezuela?

He podido leer recientemente en la prensa venezolana a dos o tres analistas de encuestas que, si bien otorgan una victoria segura a Hugo Chávez en las elecciones del 3-D, también recuerdan lo que pasó el 11 de Marzo del 2004 en España, y las consecuencias que eso tuvo en los comicios de tres días después. Es decir: que la victoria no es segura hasta que no se llega a la meta. Uno de estos analistas lo comentaba simplemente a título de curiosidad: cómo una elección casi cantada se tuerce a último momento por un acontecimiento extraordinario, fuera de lo normal. Otro de los analistas, y como muestra de su infinita mezquindad, casi esgrimía este argumento como una esperanza... "A ver si con un poquito de suerte mueren unos doscientos venezolanos de golpe y damos vuelta a las encuestas", parecía desear entre líneas. Pero recordemos qué es lo que pasó aquel día en Madrid, hace dos años y medio.

A cuatro días de las elecciones parlamentarias, que además definirían quién sería el presidente de gobierno por los siguientes cuatro años, el Partido Popular de Mariano Rajoy, protegido de José María Aznar, se perfilaba como seguro vencedor de las mismas, con una cómoda ventaja sobre Zapatero, candidato del PSOE. Pero no fue así. El jueves anterior a esos comicios, estallaron varias bombas en trenes de la red de transporte madrileño, cuando éstos iban llenos mayoritariamente de estudiantes y trabajadores (las explosiones tuvieron lugar alrededor de las siete de la mañana). Murieron 191 (cientonoventa y una) personas y el gobierno de Aznar (PP) se apresuró a culpar del atentado a la banda terrorista ETA, con el único argumento de que la misma era la responsable de prácticamente el 99% de los ataques con bomba en suelo español, aunque el método del mismo, así como sus objetivos, diferían totalmente de los llevados a cabo históricamente por el grupo separatista. Todavía sin ninguna prueba, y cargado con la "propia certeza" como única evidencia, Aznar llamó personalmente a los directores de los principales medios televisivos y escritos para asegurarles que la autoría era de ETA, y el ministerio de Asuntos Exteriores dio instrucciones precisas a todos sus representantes en el exterior -embajadores, cónsules, personal diplomático- de que divulgaran su "certeza" a los cuatro vientos. En España nadie lo contradijo: expresar públicamente alguna duda sobre la autoría de los atentados era, a efectos prácticos de opinión pública, lo mismo que defender a la banda armada. Pero sólo se necesitó un día para que empezaran a asomar algunas dudas: ETA negó enérgicamente ser autora de las explosiones, cuando nunca han tenido problemas en admitir su participación en hechos violentos (ellos nunca niegan: "justifican"). Una serie de evidencias -como una furgoneta abandonada por los presuntos autores materiales- fueron despejando la verdad: ETA no había tenido nada que ver con los ataques, y sí una célula terrorista de inspiración islámica. Quedó a la vista el miedo del gobierno del PP a indagar en esa dirección, puesto que muchos votantes podrían interpretar los atentados como un castigo al apoyo del gobierno español a la invasión de Irak. El PP mintió e hizo creer a todos una mentira por el simple pánico a perder el poder. Tres días después de la masacre se celebraron las elecciones en un clima tenso pero dentro de la normalidad y, contra todo pronóstico, el PSOE remontó casi diez puntos de desventaja y superó holgadamente al PP, convirtiéndose así Zapatero en presidente de gobierno. Un hecho violento y la poca o nula transparencia del gobierno invirtieron las encuestas en un abrir y cerrar de ojos.

¿La moraleja? Una elección cantada, una victoria segura, pueden irse al traste si un acontecimiento de gran magnitud es capaz de golpear a los electores de modo tal que cambien su voto, o los que pensaban abstenerse salgan a ejercerlo motivados por el mismo.

La mayoría de las personas se limitarán a enteder la moraleja, sin encontrarle una "utilidad", pero desgraciadamente algunos segmentos de la oposición venezolana -minoritarios, pero con poder y locura suficientes como para cualquier cosa- pueden tomar la lección histórica como una estrategia a seguir. Hay que estar atentos. Ellos saben que las encuestas no les favorecen y que queda muy poco tiempo para torcerlas de manera democrática. Y el desespero es muy mal consejero. Pueden buscar un escenario de confrontación pre o post electoral, provocando que se pierdan algunas o muchas vidas: si también son vidas opositoras les trae sin cuidado, de todos modos esas vidas nunca serán las de los organizadores. Ya están anunciando que "la trampa está montada", que "hay que salir a las calles", que "las FAN -fuerzas armadas- tendrán que elegir si disparar a los venezolanos o no", etc. Ellos saben perfectamente que, sacando miles de personas a la calle gritando "fraude" no ganarán nada, porque los partidarios de Chávez también saldrán a la calle, en este caso a festejar y defender la victoria. En las mismas calles se vería la ventaja en número de los partidarios del gobierno, y el cuento del "fraude" caería por su propio peso. Además de manipular a sus seguidores haciéndoles creer que el gobierno "robó" las elecciones a Manuel Rosales, estos envenenadores sin escrúpulos necesitarán un estallido violento de alguna clase. Los opositores más radicales y disociados SABEN que SIN SANGRE, sus movilizaciones no conseguirán NADA, porque son MINORÍA.

Por eso, ¡ojo pelao! Si finalmente el 3-D se anuncian los resultados que predicen las encuestas nacionales e internacionales, hay que ser muy astuto y no caer en las provocaciones de una minoría peligrosa y desquiciada, que ni siquiera representa al 10% de la oposición, pero que tiene MUCHO PODER, el poder suficiente como para arrastrar masas humanas con sus engaños y desvaríos. No hay que subestimarlos, y sobre todo, pensar en frío. Cuando vayan a provocar hechos de violencia, hay que detenerse y darse cuenta de una cosa: ESO ES PRECISAMENTE LO QUE ELLOS QUIEREN. No hay que darles el gusto.

Esto va tanto para seguidores del presidente como para aquellos que lo adversan:

A los que lo adversan, no se dejen manipular.

A los que lo apoyan, no caigan en provocaciones.

A todos: SEAMOS RESPONSABLES CON VENEZUELA.