sábado, diciembre 30, 2006

(VIDEO) Justicia Comparativa

No pretendo dar ideas a nadie. Estoy en contra de la pena de muerte en todos los casos. Simplemente reflexiono sobre las diferentes varas de medir a las que nos acostumbran los medios. Saquen sus propias conclusiones sobre una de las noticias más importantes de este 2006 que ya termina...

Por cierto, mis intentos de cargar este video en Youtube han sido infructuosos a lo largo de todo el día. Quiero pensar que se trata de algún inconveniente técnico. Esperaré hasta mañana para no precipitarme en mis conclusiones (a veces los videos en Youtube tardan en cargarse, aunque nunca tanto).

Finalmente, le llevó casi veinte horas subir, pero ahí está. Los que prefieran verlo en Youtube, el enlace es el que sigue: http://www.youtube.com/watch?v=6ExcTgbZDgg.
Para los que tengan ganas de compartirlo con amigos y amigas que no hablen castellano, preparé una versión con subtítulos en inglés: http://youtube.com/watch?v=imV9mCzvWpw.

viernes, diciembre 22, 2006

Herramientas "imperialistas" en manos revolucionarias

Si uno se da una vuelta por Youtube y visita videos que apoyen de una u otra manera al proceso revolucionario, verá que uno de los comentarios en contra más comunes es del estilo de "¿por qué usan ustedes los revolucionarios estas páginas del Imperio? Me da risa cuando los chavistas usan estas cosas de Internet", etc.

Soy una persona cerebral y me paré a pensar al respecto. ¿Será que tienen razón? ¿Será que para hacer una verdadera Revolución es necesario no usar nada que venga del Imperio? ¡Desde mañana mismo dejo de usar Internet y vuelvo al tradicional servicio postal! Nada de computadoras, pudiendo usar una máquina de escribir. Pero... ¿por qué quedarse en eso? ¡Eliminemos todo aquello que venga o haya venido alguna vez de USA!

El bombillo eléctrico, ¡fuera! Lo inventó Thomas Edison, del Imperio. La televisión que usamos en Venezuela es del estándar NTSC, inventado en USAmérica, ¡fuera también! Los carros tal como los conocemos los inventaron allá también, ¡regresemos al burro sin dudarlo!

¿Y por qué centrarnos en el Imperio USAmericano? ¡Rechacemos todo aquello que haya salido alguna vez de un Imperio! El tren, máxima expresión del expansionismo imperialista británico del siglo XIX, hay que destruirlo. Mañana mismo pienso ir a arrancar riel a riel todo el tramo del Valle del Tuy, ¡eso es!

Y ya que estoy en esta vorágine depuradora, este texto será la última vez que use el alfabeto latino, que debemos al Imperio Romano. ¡Nada que venga de un imperio es bueno! ¡Qué fino que tenemos a la oposición para abrirnos los ojos, ayudándonos a ser mejores revolucionarios!

Bueno, suficiente sarcasmo. A los que inquiete nuestra "falta de consecuencia" por utilizar tecnologías que fueron inicialmente desarrolladas en los Estados Unidos, y el repaso histórico anterior no baste, simplemente recalcar que la crítica para ese país no es a todos y cada uno de sus aspectos: criticamos y abominamos de sus invasiones, matanzas, imposiciones, chantajes, etc. ¡Y lo seguiremos haciendo! ¿O es que no son aspectos criticables?

Los Imperios cuentan con más dinero, mejor tecnología y con infinidad de cerebros del tercer mundo que recalan en el primero, huyendo de la miseria creada por esos mismos Imperios en sus países de origen. ¡Es que en eso consiste ni más ni menos el imperialismo, en naciones fuertes que se apoderan de los recursos naturales y humanos de países más débiles! De modo que no es de extrañar que muchos de los más grandes progresos para la humanidad hayan salido de naciones imperialistas. Eso sí, a cambio de arrasar la naturaleza, economía y población de tres cuartos de la superficie habitable del planeta Tierra.

No duden de que si mañana descubren una cura definitiva para el SIDA en unos laboratorios gringos, seremos felices y lo aplaudiremos, y por supuesto aprovecharemos ese avance (si lo permiten y no pretenden hacer un negocio inalcanzable para quien no pueda pagarlo, como acostumbran). ¿O es que los oposicionistas preferirían dejarse carcomer desde dentro antes que curarse un cáncer, si fueran laboratorios cubanos los que dieran con una solución definitiva? No, ¿verdad? Por eso mismo, cuando Internet, Google o Youtube facilitan las herramientas necesarias para dar una voz a nuestros pueblos, y que sean oídos en todo el mundo (porque si esperamos que la CNN lo haga por nosotros nos podemos morir antes tres veces), hacemos uso de ellas. Y muchas veces, gracias a las posibilidades que va brindando el software libre, encontramos sustitutos a esas mismas herramientas, que no estén en manos de grandes corporaciones y realmente sean instrumentos al alcance de todo el mundo.

Mención aparte merece el obsesivo empeño de identificar con 'el Imperio' todo lo que venga de USAmérica, obsesión que afecta más a la oposición -cuando pretende ser sarcástica- que a los bolivarianos. ¿Quién dijo que Internet es una herramienta del Imperio? Jamás he escuchado a voceros del gobierno, y mucho menos a Chávez, manifestarse en contra de las nuevas tecnologías. De hecho, se están instalando centros telemáticos por todo el país. No renegamos ni renegaremos de todo lo que venga del norte, porque no olvidamos que del Imperialismo de Estados Unidos sale todo lo malo de ese país, pero de su pueblo, todo lo bueno.

La posibilidad de comunicarse más y mejor, las curas para enfermedades de toda clase y los avances tecnológicos son, o deberían ser, Patrimonio de la Humanidad, vengan o no de un Imperio.

martes, diciembre 19, 2006

(VIDEO) Mamá... ¿me cuentas un cuento?

Aunque pueda parecerlo, el mensaje de este video no es que ahora todo está chévere en Venezuela; simplemente pretendo combatir esos recuerdos selectivos y distorsionados que bastantes venezolanos tienen del pasado.

De todos modos, como sé que recibiré una buena ración de insultos, me consuelo sabiendo que la mayoría de venezolanos comparten esta misma percepción: con Chávez, Venezuela está mejor y cada día mejora más, y así se expresó el pueblo el 3-D.




http://www.youtube.com/watch?v=azFPd6IKgic

jueves, diciembre 14, 2006

¿Y usted qué es? ¿Ignorante, corrupto o ingenuo?

Resulta cómico escuchar los comentarios de muchos sesudos analistas de oposición. Necesitan explicarse los más de siete millones de votos que los venezolanos depositaron el tres de diciembre a favor de Hugo Chávez, para así poder conciliar el sueño. ¿Quiénes están detrás de esos 7.161.637 votos? Para la mayoría de las personas, la respuesta es muy simple. Pero la oposición, para explicar su derrota y el éxito chavista, prefiere dividir esos millones de votos en tres grupos:

a) Los ignorantes. Según afirman, dichas personas votan por Chávez por ser gente sin estudios, sin inteligencia, sin capacidad de discernir lo que es bueno de lo que es malo. Por lo visto, y siempre citando los argumentos opositores, estas personas son particularmente ineptas cuando se trata de discernir lo que les conviene a ellos mismos y sus familias. De todos modos, con un gobierno comprometido con la educación como ningún otro en la historia venezolana, cada vez va quedando menos y menos gente sin estudios y, sin embargo, el número de votos chavistas no deja de aumentar. ¿Cómo pueden explicar esto? No pueden. Lo curioso es que estos opinólogos opositores basan la decisión de calificarlos como ignorantes o no exclusivamente en su decisión electoral: cuando una persona sin estudios, poco inteligente o directamente imbécil vota a favor de Rosales, deja automáticamente de ser considerado un "ignorante". Podríamos decir que confunden el coeficiente intelectual con el coeficiente electoral.

b) Los corruptos. Si no son estúpidos o tarados, y aún así votan por Chávez, es porque están comprados por los petrodólares. Los que no son comprados con dinero contante y sonante directamente -afirman los analistas opositores- lo son por medio de las misiones sociales. Me pregunto, con esto de la "compra" de votos, qué término se ajusta mejor que "mercantilismo electoral" a la famosa y difunta tarjeta Mi Negra. ¿En serio eso era una propuesta política o económica? ¡Por favor! Entregar una tarjeta de débito que "se activará" en caso de que gane un determinado candidato es tan inmoral y corrupto como colocarse en la cola de votación y dar ese mismo dinero en mano a los electores. ¡Y lo más desconcertante para la oposición, y mayor motivo de orgullo para Venezuela, es que no les funcionara el chantaje!

c) Los ingenuos. Ésta es mi favorita. En su pseudocientífica investigación sociológica, se encuentran con personas que sí tienen estudios superiores de los que ellos consideran válidos (es decir, no estudiaron en la Universidad Bolivariana o hablan inglés), ni son corruptos por activa ni por pasiva, pero a pesar de todo eso apoyan el proceso revolucionario. ¿Solución? ¡Ay, pobrecicos, son un poco de ingenuos bienintencionados a los que Chávez ha hipnotizado! No tienen mala intención, es sólo que no son tan "despiertos" como los que los analizan. A mí me da que pensar quiénes son, basándonos por ejemplo en hechos recientes, los verdaderos ingenuos: los que se creyeron las "encuestas" Globoviciadas que aseguraban un empate técnico, o los que las consideraron más falsas que una moneda de chocolate.

Y llegados aquí se consuelan pensando que si en Venezuela no existieran ni ignorantes, ni corruptos ni ingenuos, nadie votaría por Chávez y ellos serían mayoría. En fin, sociólogos, politólogos, antropólogos y parapsicólogos de la oposición, les recomiendo que abandonen esos profundos, errados y disparatados análisis -aunque me aseguren momentos de pura diversión cada vez que los sostienen con seriedad académica en diarios y televisoras- y enfrenten la realidad más pura y simple. Esos más de siete millones de personas no son ni ignorantes, ni corruptos ni ingenuos: son, simplemente, venezolanos y venezolanas.

lunes, diciembre 11, 2006

Si Chávez es Allende, ¿quién quiere a Pinochet?

Nunca he considerado las encuestitas para celular que hacen en Aló Ciudadano como algo a tener en cuenta. Están tan inducidas que suelen ser del tipo "¿Chávez es un dictador?" y las respuestas a 'elegir' para ese ejemplo serían "Sí", "Claro" y "También". Pero cuando digo que no las tengo en cuenta no me refiero a que no las considero en absoluto, si no que no las considero como representativas de lo que piensa la mayoría de Venezuela, pero sí de un segmento importante de la oposición. Analizando estas encuestas de opinión uno tiene una idea bastante aproximada de cómo piensa y qué siente la oposición Globoadicta.

El domingo se muere Pinochet. Obviamente las preguntas en el primer Aló Ciudadano que le sigue -lunes- dan a este tema la importancia que merece. No recuerdo con exactitud cómo fue la pregunta en cuestión, pero pedía que los espectadores del programa calificaran la figura histórica de Pinochet. La respuesta ganadora, con el 63%, fue "Un mal necesario" (frente a "Un dictador más" y "Un producto de la Guerra Fría"). Obviamente la intención de la pregunta -y las respuestas- era buscar un paralelismo Allende-Chávez (presidentes ambos que ganaron una elección democrática para supuestamente llevar después al país a un régimen criminal que nunca llegó). La respuesta "mal necesario" significa que "bueno, sí, fue un asesino sanguinario pero libró al país del comunismo". ¿Seguimos entonces con el paralelismo Allende-Chávez?

Aquí va: si ellos consideran que cientos de miles de exiliados, más de 3.000 desaparecidos y otros tantos miles de asesinados fue un "mal necesario" para librar a Chile del "marxismo", y a la vez consideran que Chávez representa el mismo peligro, que por favor alguien me diga si esto no significa exactamente que más del 60% de los espectadores de Aló Ciudadano (y prefiero no pensar qué porcentaje de la oposición en general) considerarían el asesinato, exilio forzado y desaparición de miles de venezolanos un "mal necesario" para salir de Chávez. ¿Significa eso o no? ¿O estoy muy equivocado? ¡Que alguien me conteste, por favor!

Bueno, no se molesten que ya me he contestado yo solico.

Los dejo. Me voy a vomitar.

(VIDEO) Grandes Maestros de la Fantasía y la Ciencia-Ficción Universal

No dejen que el título los confunda. Puede que parezca que no tiene relación con los temas políticos en que se centra este blog, pero créanme: la tiene. Recuerden que las apariencias engañan.

miércoles, diciembre 06, 2006

Jugando a las matemáticas con la oposición


Yo intento ser conciliador al máximo con la oposición, pero es que a veces... ¡lo piden a gritos! En fin, me centro: vamos a jugar con las matemáticas... Si hay algo en lo que coincido con el presidente Hugo Chávez, entre otras cosas, es en su gusto por los números. ¡Dicen las cosas tan claras! La oposición, en su mayoría, está haciendo una lectura totalmente errónea de los resultados de las elecciones presidenciales. Recordémoslos:

Total personas habilitadas para votar: 16.083.986.
Chávez: 7.161.637 votos.
Rosales: 4.196.329 votos.
(Todos los datos del 2006 que presento en este texto son con el 95,24% escrutado. Los datos de otras elecciones los extraje del Últimas Noticias del 26-11-2006)

Parecen suficientemente claros, ¿no? No, para ellos no lo son, y están intentando disfrazarlos de una manera que provoca sentimientos entre la ternura y la pena ajena. Por ejemplo: algunos (Teodoro Petkoff) argumentan que cuidadito, que el gobierno no puede hacer nada que la oposición no desee, puesto que ellos son más de cuatro millones de electores. Es cierto que es una cifra muy respetable y que debe tenerse en cuenta, y se tendrá... para dialogar, no para usarla como chantaje. Porque si nos ponemos todos necios, cuatro millones es mucho, pero siete millones mucho más (no está muy lejos de ser el doble). Otros ("Granielito") se adjudican como votos propios las abstenciones, dando a entender que como esa gente no votó por Chávez, cualquier iniciativa que éste tome estará necesariamente en contra de aquellos que no sufragaron. Aún aceptando esta ridícula y antidemocrática teoría como válida (es decir suponer que el chavismo tiene, por definición, "en contra" a todo aquel que no votó por él), la misma se vuelve un boomerang realmente devastador si se aplica de idéntico modo a la oposición. Esto es, aceptando esta surrealista perspectiva, Chávez tiene "en su contra" a 8.922.349 de venezolanos con derecho a voto (1.760.712 más de los que tiene a favor). Sí, es una estadística preocupante, pero en igualdad de condiciones se la aplicamos a la oposición y el resultado más que preocupar, empuja al suicidio: ellos tienen a 11.887.657 venezolanos en contra (¡¡¡casi ocho millones más de los que tiene a favor!!!), por lo que cualquier iniciativa opositora podría ser enfrentada con este argumento, ¿o no? ¡Cuidado con los números, que son muy traicioneros!

Tener casi el 50% de los votos del TOTAL (a falta de escrutar un 5%, Chávez ya tiene el 45%) de personas habilitadas para votar es un éxito que pocos mandatarios obtienen en sus carreras políticas. Observen a su alrededor: un gobernante que la mayoría de la oposición considera ejemplar, el colombiano Álvaro Uribe, ganó sus elecciones con un porcentaje semejante al de Chávez (62%) en lo que a votos escrutados se refiere, pero sólo un escuálido -perdonen por el adjetivo- 27% del total de colombianos habilitados para votar lo apoyaron. ¿Se atreverían ustedes a dudar por eso de su legitimidad? Yo no (bueno... por eso en concreto no). De hecho, el 28 de mayo pasado Globovisión hizo una fiesta de su victoria, casi como si fuera propia, y no mencionó ni de pasada la descomunal abstención (55%) del hermano país.

El hecho de que, prácticamente por primera vez en ocho años, la oposición haya admitido que son una minoría en el país les ha dado unas alas que ellos sienten como de cóndor, pero son más bien de paloma-de-parque; hay que ser más realistas. Me explico: sí, la oposición ha crecido en número. Sí, la oposición ha conseguido su récord de votos desde que Chávez asumió el poder en 1999. Pero (siempre hay un pero) esos dos logros opositores también son aplicables a la otra cara de la moneda: en estas elecciones el chavismo ha aumentado su representación respecto a las anteriores, y ha obtenido el récord de votos absoluto en toda la historia de Venezuela. Los números tienen una cara oculta (ocultada por ellos mismos, como hicieron con las encuestas), y las preocupaciones opositoras nacen (o debieran nacer) de observar estos y otros datos, como por ejemplo los que siguen:

* Preocupación número uno. En números absolutos, ambos han recibido más votos. Pero (insisto: siempre hay un pero), la opción bolivariana también ha aumentado en procentaje (del 59% al 63%), mientras que la oposición ha disminuido en ese aspecto (del 40% al 37%).
* Preocupación número dos. La brecha entre chavismo y oposición ha crecido cada año sin excepción desde 1998. En ese año, fue de 1,060,524 votos, en el 2000 aumentó a 1,469,195, en el 2004 llegó a los 1,811,621 y ahora se dispara aún más: 2.965.308, como se ve en las siguientes gráficas:

























* Preocupación número tres. De las anteriores gráficas llama mucho la atención cómo hasta el 2004 las cosas han ido relativamente parejas entre ambos (líneas paralelas en la primera gráfica), pero justamente desde entonces la diferencia se dispara a favor del gobierno y la oposición se estanca. ¿No tendrá algo que ver que hasta el 2003-2004 la oposición se manejó de manera abiertamente antidemocrática, con golpes de estado y sabotajes petroleros, pero desde entonces el gobierno ha podido funcionar con menos obstáculos? Desde que el proyecto bolivariano no sufre sabotajes graves, puede llevar a cabo su labor de manera más eficiente y entonces... ¡Bang! ¡Su popularidad se dispara!
* Preocupación número cuatro. Otro dato interesante, sobre todo en estos dos últimos años, es que todo aumentó (menos la abstención): personas habilitadas para votar, personas que efectivamente votaron, oposicionistas y partidarios del gobierno. ¿Pero aumentó cómo? El Registro Electoral entre 2004 y el presente aumentó casi un 14%, pero, y he aquí lo realmente interesante, en el mismo período, el aumento opositor fue del 5% y el del chavismo ¡del 23%! Es decir, la oposición pierde terreno respecto al nuevo número de electores, mientras que Chávez lo gana. En otras palabras: a nuevos electores, más chavistas y menos opositores. Eso puede leerse de dos maneras: o bien la juventud (mayoría de los nuevos electores) apoya en masa al presidente venezolano, o bien existen significativos trasvases de votos de oposición a chavismo. O la mezcla de ambas. Crecer electoralmente más rápido que la población electoral es una magnífica señal; crecer más lento, un mal augurio que debe llevar a la reflexión opositora.

¡Sean realistas! Recuerden a qué les ha llevado su falta de apego a la realidad, durante todos estos años y también en esta reciente derrota electoral. Teniendo tantas preocupaciones numéricas como tienen (o deberían tener) es mejor que dejen un poco de lado la arrogancia y las demandas desproporcionadas, porque la matemática las combate fácilmente. Prediquen con el ejemplo primero. ¿Quieren que se respeten las opiniones de cuatro millones de personas? Empiecen por respetar las de siete millones. No exijan más de lo que merecen, que es bastante de todas maneras. Sus cuatro millones de votos serán tenidos en cuenta en la construción de Venezuela en la medida que no olviden que son minoría, porque como dice sabiamente uno de los más destacados miembros de oposición, Julio Andrés Borges, "los venezolanos estamos montados en una barca que nos lleva a todos juntos. Podemos tener desacuerdos y algunos remarán en direcciones opuestas, pero sin duda, la dirección en la que empuje la mayoría es hacia la que nos moveremos". Esto lo escribió en Últimas Noticias el mismo día de las elecciones, pero se me hace que muchos opositores, en un par de días, ya lo han olvidado.

martes, diciembre 05, 2006

Consejos para la oposición

Primero de todo, y dejando claro que puedo serlo si quiero, y mucho, no pretendo ser sarcástico ni con este titular ni con este texto. Todo lo que aquí escribo lo hago de buena Fe, y espero que así se interprete.

Tras los claros resultados del 3-D, es obvio que la oposición tiene que plantearse muchas cosas. No es que el resultado haya sido para ellos un desastre en todas sus dimensiones, pero no lo sería de ninguna de haberse planteado las elecciones en otros términos. Desde luego que cuando quedas situado tres millones de votos por debajo de tu rival, algo hiciste mal. Es el axioma -bien facilico- del que debiera partir la oposición. Echando la vista atrás a lo que han sido estos ochos oños y la reciente campaña, y analizando los primeras reacciones que se han producido en estos dos días de escenario postelectoral (y no postapocalíptico como algunos esperaban), me permito humildemente darles los siguientes consejos:

* Acepten los resultados. Sí, sé perfectamente que la mayoría de ustedes lo ha hecho, pero a lo que me refiero es que los acepten en toda su dimensión. Es decir, no crean que con no cantar fraude uno ya está "aceptando los resultados". Aceptarlos implica reconocer que hay una mayoría que es la que está dirigiendo el país, por mucho que no les guste. A esa mayoría se la puede criticar y con dureza cuando es necesario, pero llamarla "ignorante" por haber escogido una opción diferente a la suya, o agarrarse a argumentos pueriles del tipo "los obligaron a votar por Chávez" o "están comprados por la petrochequera del gobierno" no es la actitud de alguien que acepta los resultados. La actitud correcta es: "No coincido para nada con su visión del país, pero entiendo y respeto que una mayoría sí lo haga, y libre y soberanamente así lo haya expresado". Eso es aceptar. Limitarse a admitir que no hubo irregularidades significativas en el proceso no es aceptar: es pura cosmética electoral.

* No crean que nos han convencido. Aunque aplaudo la actitud de Manuel Rosales de aceptar sin casi rechistar (eso de que acepta los resultados aunque piensa que fueron con un "margen más estrecho" (1) que el que afirma el CNE, es decir que hubo "fraudecito", sonó muy ridículo) no piensen que no se percibieron algunos de los movimientos de una minoría opositora. Roberto Smith anunciando la tarde del domingo que iba a producirse "algo maravilloso" en unas horas (desde mi punto de vista no erró el pronóstico), los rumores alentados de celular en celular de una "inminente victoria" opositora, la intervención de Pablo Medina en TV (aunque los medios privados hicieran lo que debieron haber hecho hace mucho tiempo: sacarlo del aire en cuanto empezó a desvariar) y los paseos motorizados de William Ojeda por Caracas (2), en los que tomaba la temperatura electoral-guarimbera, y alentaba a los opositores a permanecer en las calles "a la espera de instrucciones" no han pasado desapercibidos a los ojos del pueblo venezolano. Sé que estas actitudes irresponsables no representan a la mayoría de la oposición, pero tampoco son despreciables, y es hora de que ustedes mismo les hagan frente.

* Hagan autocrítica. Asuman su derrota, y piensen por qué se ha producido. Qué hiceron mal, qué les faltó por hacer, qué hicieron de más, qué pueden hacer en un futuro. El primer paso para enfrentar un problema es admitirlo: están a estas alturas muy lejos de alcanzar electoralmente al proyecto bolivariano, y en cada elección se alejan más. No se internen en los tentadores terrenos de la ciencia-ficción, aferrándose a argumentos de gente obligada a sufragar por Chávez, miedo, represión militar, dictadura, etc. El mundo entero ha alabado la actitud democrática de gobierno y oposición en estas elecciones. No intenten esquivar esa realidad tan simple. El domingo descubrieron algo que muchos se negaban a enfrentar: que son minoría. Háganse algunas preguntas. ¿Por qué les ha llevado tanto tiempo aceptar algo tan fácil? ¿Quién los ha llevado a esta situación?

* Exijan explicaciones a los medios privados. Imagínense qué habría ocurrido si efectivamente Manuel Rosales hubiera vencido en las elecciones del domingo, por un margen relativamente claro como el que anunciaba día y noche Globovisión. Les aseguro que ahora mismo las organizaciones sociales que apoyan a Chávez estarían exigiendo airadamente explicaciones al Comando Miranda y a VTV, por haberles asegurado lo contrario durante meses. Globovisión, voy a decirlo crudamente, los engañó. A conciencia. Una cosa es generar espectativas de victoria para provocar entusiasmo en sus seguidores, una práctica muy común en cualquier campaña, y otra muy distinta crear ilusiones poco realistas, manipular encuestas de modo burdo, dudar de la existencia de personas que avalaban estudios de opinión que no les resultaran de su agrado (3), dar voz a irresponsables (4) que sin fundamento preparaban un levantamiento ciudadano contra un supuesto fraude que ellos sabían no iba a producirse, utilizar los estadios de béisbol como encuestas significativas, etc. Los manipularon, y el 80% de la frustación y amargura que ustedes sienten ahora no es culpa de Chávez, ni de Fidel Castro ni del presidente iraní: es culpa de unos medios de comunicación tendenciosos, mentirosos y manipuladores que los han manejado a su antojo. Créanme, cuando se den cuenta de esto, se indignarán y exijirán una explicación. Discrepo en que el gobierno tenga que tomar cartas en las irresponsabilidades de Globovisión y RCTV: a riesgo de resultar ingenuo, creo que la propia oposición es la que debería reaccionar.

* Purguen sus filas. Purgar es un verbo feo porque nos recuerda a Stalin. Pero realizar una purga moral -no política ni física- dentro de sus filas les ayudará a permanecer unidos. Piensen que muchos de aquellos en los que han depositado su confianza en estos años -Rafael Poleo, William Ojeda, Pablo Medina, Globovisión casi al completo...- los han llevado de derrota en derrota. Ahora han conseguido una aparente unidad y un número nada insignificante de votos. Créanme, si siguen por la senda disociada que marca esa gente, su unidad se hará añicos en menos de un mes. ¿O es que quieren regresar a lo que Mari Pili Hernández llamó acertada y gráficamente "saco de gatos"? Mi opinión es que les da miedo formar una oposición responsable, porque temen que eso serviría de "ayuda" para el proyecto bolivariano, por eso les cuesta tanto asumirla. Construyan una oposición cuya primera meta sea mejorar el país, no tumbar el gobierno.

* Revisen la historia. Ésta es difícil de aceptar, lo sé, pero habiéndose demostrado que este domingo la victoria de Chávez fue clara y contundente... no me negarán que la teoría conspirativa del "fraude" en el revocatorio del 2004 pierde la fuerza que pudiera tener todavía entre bastantes de ustedes. Suena surrealista que Chávez haya ganado prácticamente todas las elecciones con un porcentaje similar (alrededor del 60%) desde 1998 y uno tenga que creerse que -oh casualidad- en el 2004, durante un brevísimo lapso, ese porcentaje se invirtió. Eso nos llevaría a creer que varios millones de votantes "robados" entonces ahora decidieron votar por Chávez. Reflexionen al respecto, y admitan que esta victoria oficialista en el 3-D debe dejar bastante claro que el "fraude del 2004" no tiene cabida ni en una obra teatral de Eugene Ionesco.

* No se desesperen. Anoche vi a Carla Angola, comunicadora del programa Buenas Noches en Globovisión, visiblemente crispada e irritada. El motivo, además de la derrota "sorpresa" que durante meses ella se había negado como posibilidad a sí misma y a su audiencia, fue la presencia del político oficialista Luis Tascón en su show (Ravell, director de Globovisión, debe odiar a la pobre muchacha: durante la jornada electoral la mandó a vivir desde dentro la fiesta del Comando Miranda, y al día siguiente encima le lleva al programa a uno de los poquísimos -si no el único- invitados chavistas con los que hayan contado). Aunque los presentadores son tres -ella, Kiko y un gordito cuyo nombre siempre olvido- y atosigaron al invitado todo lo que pudieron, la que más perdió los nervios fue ella. Sus gestos y expresiones contrastaban con la joven alegre y esperanzada de la campaña electoral, donde todo eran sonrisas y buenas maneras. Llegó a afirmar lo que pocos debieran afirmar a estas alturas: que los funcionarios públicos decidieron votar por Chávez por miedo a perder su empleo (aunque se repitió en todos los medios, públicos y privados, y de mil maneras posibles que las famosas captahuellas NO violan el secreto de voto). Ella sabe que lo que dijo no es cierto, las autoridades internacionales y la propia oposición han negado que peligrara el secreto del voto en Venezuela y si, tal como ella afirmaba, algún funcionario amigo suyo votó por Chávez por "miedo", en tal caso fue culpa de la propia Globovisión, que durante todo este tiempo se ha dedicado a asustar a la gente con esa leyenda absurda, para desdecirse cuando la fecha electoral se acercaba. El mundo no se acaba por la nueva victoria de Chávez. No se acabó en estos años, ¿por qué habría de acabarse ahora? No se desesperen, continúen con sus vidas, y con su labor opositora si así lo desean. El desespero es muy mal consejero.

* No se vayan a Miami. Por Dios, ¡no lo hagan! ¿Para qué? ¿No se dan cuenta que están renunciando a una vida feliz en su propio país? Probablemente allá tendrán que iniciar todo desde cero, su nivel de vida será peor (abandonarán un buen empleo aquí por uno peor allá) y encima cambiarán la angustia política que les crean los medios privados venezolanos, por la angustia política que les crearán los medios miameros (que son más irreflexivos, más fanáticos y más disociados que los de acá). No cambien de escuela a sus hijos. No dejen a parte de sus amigos y familia detrás. No sigan los consejos de los mismos que los han engañado en estos años. Venezuela necesita a todos los venezolanos que sepan aceptar las reglas democráticas. La mayoría de ustedes están entre esas personas. No se dejen envenenar y no tomen decisiones drásticas y alejadas de la realidad. Sigan esta rutina: cada vez que se les plantee la posibilidad de ver Globovisión o de realizar cualquier otra actividad (dar un paseo, ir con su pareja al cine, jugar con sus hijos, estudiar un idioma...) escojan siempre la segunda opción. Se darán cuenta en menos de un mes que su vida no es la horrible pesadilla que les hace ver la TV, y que pueden ser perfectamente felices en su propio país, gobierne quien gobierne.

Hasta aquí mis consejos. Sé que muchos podrán señalarme agriamente con el dedo, haciendo hincapié en que algunos de estos consejos son válidos para los que apoyamos al presidente Chávez. Es cierto. Pero existen una diferencia fundamental: la oposición perdió, el gobierno venció. Este proceso, con todos sus defectos, cuenta con el apoyo de la mayoría, y aunque no duden que los que lo apoyamos trabajaremos por corregir sus numerosas deficiencias, y al menos yo señalaré lo que no me guste, los que realmente deben replantearse muchas cosas son ustedes, que empiezan a afrontar de una vez el hecho de que son minoría en el país. Y si me he molestado en escribir esto para aconsejarles, es porque soy un firme convencido de que un país necesita no sólo un buen gobierno, si no también una oposición a la altura.

(1) http://youtube.com/watch?v=ZlXZS2zm7YM
(2) http://youtube.com/watch?v=2Y_LUgFPvak
(3) http://youtube.com/watch?v=gYc7lVYUsu4
(4) http://youtube.com/watch?v=UT02dOmjb1s