El pasado lunes en la madrugada se produjo un temblor de cierta entidad (5,4 en la escala Richter) en los alrededores de Los Teques, que se sintió con fuerza en Caracas y otros lugares. Antes de que el gobierno se pronunciara, el director de Globovisión, Alberto Federico Ravell, hizo una llamada telefónica a su canal, bastante alterado, donde anunció en vivo el sismo, dio recomendaciones propias de un desconocedor de la materia (como que todos deben reunirse en la planta baja de los edificios, lo que crearía aglomeraciones y tumultos de darse una réplica) y por supuesto aprovechó la ocasión para tildar al gobierno de no estar a la altura de las circunstancias.
Aunque durante la conexión Ravell repitió unas 325 veces que estaba llamando a la calma, lo cierto es que su intervención era tan tranquilizadora como escuchar una lucha de gatos mientras alguien araña un pizarrón.
Hasta aquí nada nuevo: Globovisión histeriza mientras dice buscar la paz, y aprovecha cualquier ocasión -aunque sea un sismo- para criticar al goberino.
Pero lo más significativo del asunto es que días después Conatel abre contra el canal un procedimiento "por instigar al pánico" y entonces Globovisión, en su defensa, vuelve a transmitir repetidas veces el video para demostrar que aquella transmisión no tuvo nada de malo.
¿El resultado? Cientos de llamadas a la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) preocupadísimos por un supuesto "nuevo sismo en Los Teques", que no era otro sino el del lunes pasado. Funvisis tuvo que hacer un desmentido público para tranquilizar a la colectividad.
Es decir, Globovisión histeriza a su audiencia una vez, y cuando para demostrar que sus videos no generan pánico vuelven a transmitir el mismo video, lo que consiguen es aterrorizar a su audiencia nuevamente.
Por eso, amigos de Globovisión... ¡no aclaren, que oscurece!
viernes, mayo 08, 2009
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