El gobierno de Álvaro Uribe ha lanzado una campaña que pretende mejorar la imagen que tiene el país en el exterior, particularmente en Estados Unidos. Colombia es un país justamente apreciado por su gente, sus paisajes y su cultura, eso está fuera de toda duda. Pero lo que realmente busca la campaña no es promover eso -algo que de todas maneras todo el mundo conoce- si no despistar a la opinión pública gringa para que apoyen la firma del TLC entre ambos países, actualmente bloqueada en el Congreso estadounidense por las terribles violaciones a los derechos humanos que se producen en Colombia (imaginen si serán terribles que hasta el Congreso que validó la invasión a Irak así lo considera).
Se dice -con razón- que Colombia es un país razonablemente seguro... si no eres colombiano. Un turista extranjero está mucho más seguro en Colombia que un colombiano que se dedique al periodismo, que sea parte activa de un sindicato, de un movimiento campesino o de una organización indígena.
Afortunadamente a los mentirosos se los atrapa rápido, y varias ONGs estadounidenses ya contraatacan con dos campañas que no deben perderse (si leen inglés). Una campaña que satiriza la edulcorada versión de la realidad lanzada por el gobierno colombiano, destacando las "bellezas" promovidas por este: desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, asesinato de periodistas y sindicalistas, falsos positivos, etc.
Y otra que, ante la manipuladora campaña original, titulada "Descubre a Colombia a través de su corazón", contraataca con una mucho más sincera, denominada "No más corazones rotos en Colombia".
Corazones rotos como los de quienes conocieron a Natalia Andrea Tabarquia, de seis años, asesinada junto a toda su familia por un grupo de paramilitares y miembros del Ejército en 2005.
martes, septiembre 08, 2009
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