jueves, febrero 25, 2010

Estampa de la "tolerancia" de la "sufrida" oposición venezolana

Nada como levantarse lleno de energía para afrontar un nuevo día y encontrarse esto clavado a la vuelta de la esquina:

Disculpen la calidad de la foto, mi celular no da para mucho. El cartelito dice:

"Hasta cuándo tercermundistas van a dejar gobernar a estas bestias de rojo".

En Venezuela estamos acostumbrados a estas manifestaciones de puro fascismo por parte de la "sociedad civil opositora", la "oposición democrática" y los "perseguidos por el rrrégimen", por lo que esta foto no dirá nada nuevo.

Pero puede resultar bastante ilustrativa para quienes se encuentren fuera del país, ya que fuera de nuestras fronteras la imagen que tienen de Venezuela es justamente la contraria: la atemorizada y civilizada oposición atrincherada en sus casas mientras hordas intolerantes patrullan las calles marcando con pintura roja las puertas de aquellos sospechosos de disidencia.

Ahí se las dejo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy lamentable ese nivel de odio, pero yo también opino que el presidente no ayuda en lo absoluto para contrarrestarlo. Cuando se refiere a un colectivo con desprecio y prejuicio sigue manteniendo esa llamarada. Al presidente lo denigran todo el tiempo, pero el devuelve la jugada y de manera impulsiva y muy mal pensada, a veces sin medir a quienes se está dirigiendo, como por ejemplo cuando llama "apatriditos" a unos adolescentes manipulados, frívolos e inexpertos. ¿Tiene necesidad de ponerse al nivel de ellos?. Yo creo mucho en las bondades de este proceso, pero siempre estoy deseando que se revisen algunos excesos, entre ellos ciertas actitudes del propio Chávez que más le hace daño a el como líder, que al antichavismo que atiza todo el tiempo. Porque mucha gente se cansa ¿sabes? de que cada quien tenga una excusa para descalificar, para demonizar, para ridiculizar en una guerra sin cuartel en donde podemos quedar destruidos todos. Y cuando eso pase va a ser inutil ponerse a pensar quien empezó.

Okrim Opina dijo...

Anónim@:

Interesante comentario. En cierto modo estoy bastante de acuerdo, aunque con matices.

A veces el presidente descalifica generalizando, por ejemplo cuando llamó "ricachoncitos de cuna de oro" a los jóvenes que se movilizaron contra la reforma. Además de ser una generalización errónea -no todos, ni siquiera la mayoría de esos jóvenes eran de clase alta, media a lo sumo- sirvió para movilizar a una masa que no se caracteriza precisamente por su capacidad de movilización. Se sintieron aludidos y ofendidos, y desde entonces salen a la calle a defender a Ravelles y Granieres día sí día también. Parte de esa responsabilidad de tanto escualidín manipulado pululando por al vida política venezolana está en las palabras del presidente.

Pero también se agradece la sinceridad de Chávez. Estoy cansado de dirigentes hipócritas que, en supuesta actitud diplomática o conciliadora, hablan siempre con palabras amables incluso en las circunstancias donde una mentada de madre se hace imprescindible (ejemplo, las "críticas" de la mayoría de líderes del mundo por las masacres de Israel contra Palestina, siempre equiparando unos con otros y casi disculpando al que mata 2 mil en dos semanas porque el otro mató a 50 en dos años).

Pero que a aveces el presidente podría evitar ciertas confrontaciones verbales, totalmente de acuerdo. Aunque ojo, no como norma estricta: mandar a los yankis de mierda al carajo, o a Uribe, no sólo fue un acto de justicia sino que usar otras palabras hubiese sido usar meros eufemismos hipócritas :)

Saludos!